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¿Volverán a fallar las encuestas en 2018?

Diversos procesos electorales en los últimos años a lo largo del mundo han puesto de manifiesto la cada vez mayor complejidad de anticipar la verdadera decisión de voto de los ciudadanos. Como consecuencia, se han generado grandes sorpresas en las urnas el día de la elección. En breve, México vivirá un gran proceso de elecciones.

Sin duda, es un excelente momento para reflexionar sobre como candidatos y asesores abordarán las elecciones y el diseño de sus campañas electorales. Mucho dependerá de realizar los ajustes adecuados de estrategia política.

¿Por dónde debemos empezar nuestra reflexión?

Paso uno, en la ecuación de la estrategia política, no debemos olvidar el factor emocional. La complejidad humana toma decisiones influenciada por las emociones. Por tanto, cualquier estrategia política deberá integrar metodologías que permitan conocer esas emociones. Así, podremos definir el patrón emocional de los ciudadanos que queremos captar y por otro lado cómo nuestros candidatos y sus mensajes electorales impactan emocionalmente en ellos.

Cuando hablamos de emociones como activadoras de decisiones, es necesario un conocimiento profundo de las emociones. Este conocimiento profundo se deriva de la cantidad total de emociones que podemos medir e interpretar. Los algoritmos desarrollados por Emotion Research Lab permiten medir 107 emociones y 8 estados de ánimo. El factor emocional en la decisión de voto es complejo, por tanto, la estrategia política debe ser capaz de medir las emociones en toda su complejidad.

¿Volverán a fallar las encuestas en México en 2018?

¿Y si le preguntamos a los ciudadanos sobre sus emociones? En este punto, hay que recordar que la idea que teníamos sobre cómo la gente toma decisiones ha cambiado. Se lo debemos a la investigación de los neurocientíficos en los años 70. De “pensamos racionalmente, sentimos y actuamos” hemos averiguado que nuestro proceso mental es más bien que “sentimos, actuamos y si nos preguntan….. Intentamos dar una respuesta racional”. Así que cuando preguntamos sobre la intención de voto o si gusta una marca o si piensa contratar un servicio en los próximos meses, la respuesta que recibimos es lo que nuestro interlocutor cree que nosotros esperamos, o lo que cree que sería más correcto contestar. Muchas veces no tiene nada que ver con la realidad. Así que es necesario incorporar nuevas herramientas para obtener las respuestas adecuadas. No hay que diseñar estrategias en base a conceptos alejados de las verdaderas emociones de nuestros potenciales votantes.

¿Cómo incorporar el factor emocional a la estrategia política?

Comenzando medir las emociones de manera efectiva y dentro de los requerimientos de tiempos de la campaña política. Emotion Research LAB desarrolla algoritmos de reconocimiento facial de emociones que permiten, a través de una simple webcam, medir las emociones en tiempo real. Sobre la base de esta tecnología, hemos llevado la investigación social a una nueva generación que permite tanto online como offline combinar cuestionarios, eye tracking y métricas emocionales. El acceso a la información es en tiempo real a través de paneles de control con una interfaz totalmente intuitiva y accesible 24/7.

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