Comparativamente, Melania Trump presenta un perfil de liderazgo emocional superior a Michelle Obama, a juzgar por las métricas emocionales de compromiso y seguridad.
Michelle Obama dispone de un autocontrol superior a Melania en un discurso que es prácticamente idéntico. El autocontrol de Obama es óptimo. A pesar de ello, existen momentos específicos como en el que habla del aval que supone el trabajo para garantizar los objetivos de cada individuo donde la IRA o el FASTIDIO , emociones negativas, se apropian de su autocontrol. Tal vez Michelle Obama es consciente de que en ocasiones por mucho que se trabaje duro, uno no consigue lo que quiere y su rostro no puede esconder esta idea.
Ambas figuras presentan un bajo índice de confianza durante los fragmentos de los discursos
analizados. A pesar de que los índices de confianza son bajos, se aprecian momentos particulares donde Michelle transmite DELEITE y ÉXTASIS logrando así que su confianza y su compromiso con los valores que abandera resulten plenamente coherentes. Michelle Obama se muestra como una persona tolerante y respetuosa, lo es y lo transmite adecuadamente.
La copia del discurso no merma la seguridad que muestra Melania, al no registrar apenas emoción de temor. En la misma línea está su compromiso con el contenido que verbaliza. Le genera un nivel de expresión facial óptimo en todo momento. Incluso superior al de Obama.
La debilidad de Melania es el autocontrol. La principal pérdida del mismo se aprecia cuando hace referencia a su educación en valores que recibió en su infancia, discurso que copia de Michelle. En la persona de Melania produce que se le dispare la IRA. Esto provoca que su imagen no se aprecie confiable dada esta incongruencia con la situación ideal que describe. La pregunta sería ¿cómo fue su niñez? Ya que sus emociones son las de DEPRESIÓN, IRA, DECEPCIÓN, FASTIDIO e IRRITACIÓN.
Su confianza es mayor en momentos puntuales como al hablar de la necesidad de trabajar duro, donde siente EXCITACIÓN. Sin embargo, el índice de confianza de Melania es bajo en promedio. Esta falta de confianza se produce por ejemplo al hablar de la idea de transmitir dichos valores a próximas generaciones, lo que le produce una mezcla emoción sin sentido que va desde el PÁNICO a la EXCITACIÓN. Melania podría estar transmitiendo sentimientos encontrados acerca de los valores que su marido quiere transmitir a las próximas generaciones de norteamericanos.
En contraste a la incongruencia de Melania sobre los valores a transmitir a generaciones venideras, Michelle Obama, reafirmó su necesidad por transmitir esos valores propios a las próximas generaciones. Al contrario que Melania Trump, ella muestra DELEITE, aumentando sus índices de confianza. Michelle sí confía en estos valores y resulta muy coherente con el mensaje que quiso transmitir con su discurso.