La AVERSIÓN del líder republicano es absolutamente coherente con sus ideas, sus discursos y su imagen.
Oficialmente ya hay candidato republicano a presidir la Casa Blanca. Donald J. Trump es el elegido. Tras una convención llena de polémica como el plagio del discurso de su esposa, Melania Trump, el magnate neoyorquino ha conseguido su objetivo. Un Trump aversivo de nuevo escribió un discurso lleno de ira y agresividad.
Presentado por su hija Ivanka, Trump salió al escenario como el que sale a un ring de combate. En su discurso trató a su rival demócrata, Hillary Clinton, de corrupta e ineficiente. Además repitió las consignas que le han llevado a ser el candidato de todos los republicanos americanos. Reafirmó, jaleado por el público, su polémica propuesta de levantar un muro en la frontera con México. Trump no dejó de ser el Trump que todos conocemos.
El empresario neoyorquino trasladó a los asistentes la idea de que él es ‘la ley y el orden’. Nadie más puede levantar a Estados Unidos del caos. Su discurso incendario no dejó a nadie indiferente. “Este es el legado de Hillary Clinton: muerte, destrucción y debilidad”, fueron las palabras más duras de Trump hacia su rival política.
La AVERSIÓN del líder republicano es absolutamente coherente con sus ideas, sus discursos y su imagen. Aunque en los últimos días con el discurso de su mujer, se ha tratado de suavizar su imagen, él mismo se ha encargado de mostrar su esencia. Donald Trump no tiene un discurso moderado y, quizás por ello, ha llegado hasta aquí.
Los próximos meses se presentan tensos en las elecciones norteamericanas. Trump y Clinton están dispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos para llegar a la Casa Blanca. La campaña presidencial apunta a ser de las más controvertidas de los últimos años. Desde Emotion Research Lab estaremos atentos a los próximos acontecimientos que cambiarán el rumbo de Estados Unidos y del mundo.